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Dra. Lucía Verdejo

 

 

ANGIOGRAFIA CON FLUORESCEÍNA

 

¿QUÉ ES LA AGF?

La AGF es una prueba complementaria utilizada por los oftalmólogos desde 1960. Proporciona información sobre la anatomía, fisiología y patología retiniana (también de la coroides).

¿QUÉ FUNCIÓN TIENE?

Proporcionar información sobre enfermedades retinianas en procesos sistémicos, enfermedades vasculares, neovascularización coroidea, inflamaciones oculares y tumores intraoculares.

¿EN QUÉ CONSISTE?

La prueba consiste en inyectar en vena periférica un bolo de “ fluoresceína sódica ” (colorante anaranjado con gran unión a proteínas plasmáticas).

Esta sustancia entra en el torrente circulatorio hasta llegar a circulación coroidea y retiniana. Se fotografían imágenes de fondo de ojo (debemos documentarlas con el tiempo transcurrido desde que inyectamos la sustancia hasta que se produce el relleno vascular y en qué momento se realiza cada fotografía).

Para obtener fotografías, iluminamos el fondo de ojo con luz azul que excita a las moléculas de fluoresceína sódica a un estado de mayor energía, cuando vuelven a su estado basal liberan una luz amarillo-verdosa de mayor longitud de onda que impresiona la película fotográfica.

¿QUÉ EFECTOS ADVERSOS PUEDEN OCURRIR?

Los posibles efectos secundarios son en general leves. Lo más frecuente es un coloración leve de la orina y la piel de color anaranjado aunque también pueden suceder efectos como náuseas, vómitos y reacción local por extravasación del colorante en el punto de inyección. Pueden darse además síntomas de origen alérgico como urticaria, broncoespasmo y síncope. Se han comunicado algún caso de infarto miocardio y edema de laringe. La mortalidad es de un caso de cada 222.000 angiografías.

LA HIPERFLUORESCENCIA

El exceso de fluorescencia puede deberse a escape del colorante (exudación), acumulación , tinción o “defectos ventana”.

La exudación es típica en neovascularización retiniana en la que se produce un escape de colorante al humor vítreo (sustancia gelatinosa que rellena el globo ocular) y se produce en fases tardías de la AGF. También existe escape en edema macular, en la coriorretinopatía serosa central, en las trombosis venosas y en la neovascularización retiniana (fotos 1).

A veces la hiperfluorescencia se debe a un mecanismo de acumulación de colorante en un espacio anatómico como típicamente ocurre en el desprendimiento de retina en la enfermedad de Vogt-Koyanagi-Harada (se acumula en el espacio subretiniano).

La fluoresceína se puede acumular en los tejidos y los tiñe (drusas grandes, epitelio pigmentario retiniano lesionado y en cicatrices en la degeneración macular).

En fases precoces de la AGF durante el relleno coroideo podemos observar “defectos ventana” por pérdida de epitelio pigmentario en la degeneración macular atrófica por ejemplo (fotos 2)

LA HIPOFLUORESCENCIA

Es la disminución o pérdida de fluorescencia en el angiograma.

Si el área que observamos es de tamaño y configuración similar a lo que hemos observado previamente en la exploración del fondo de ojo con la lente oftalmoscópica probablemente se debe a un bloqueo de la perfusión como sucede en hemorragias (no deja pasar el colorante pero llega adecuadamente hasta la lesión). Sucede en hemorragias prerretinianas, intrarretinianas, exudados duros, melanoma coroideo, etc.

Sin embargo, si no se observan estas áreas en el fondo de ojo se debe a defectos de perfusión adecuada (el colorante no llega al haber problemas en el aporte de sangre a dicha zona, hipoperfusión ). Esta situación es típica tanto en las oclusiones de arteria de arteria central de retina y en ramas arteriales como en la isquemia en la retinopatía diabética (disminución del aporte de oxígeno a la retina por alteraciones en la circulación sanguínea).

Dra. Lucía Verdejo


 

 

 
 
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